140 pág.
$ 30
pedidos a:
pedidos a:
edicionesplaza@yahoo.com.ar
jalbertoplaza@yahoo.com.ar
Nosotros,
la palabra
A
través de la metáfora tenemos el poder, lo tiene el poema. El poder de cambiar
el sentido de las palabras, de esas mismas que señalan el camino de lo real ¿Y
si hubiera otro mundo de sentidos? ¿Cómo sería?
“Las ventanas corren los viejos manteles, mientras las flores aplauden
al cometer el espacio de aquellas niñas.
Los párpados se escapan al frente de una botella que caminan alegría por
cerámica en cajonadas. Que dirá aquella víbora que canta mientras iza la
corbata a la altura del océano nublado?”
Imposible
otra sintaxis, conjugar sustantivos, los pronombres nos han acorralado, el
infinito jamás será infinito. Me doy tristemente cuenta que el sentido de la
palabra es nulo, y el valor del dolor no
puede reducirse a letras, mientras el enamorado cree irremediablemente la
tontería de que será comprendido; y los seres humanos seguimos esperando el
reconocimiento imposible de nuestro discurso auténtico, único y por lo mismo
pluralista y universal.
La
palabra tiene el peso de la sociedad que lo atraviesa, y yo el peso de mi
memoria que me asfixia por la significación de la palabra aprehendida que a un
mismo tiempo me permite comunicar y me enmudece.
Las
palabras nos condicionan y el idioma condiciona a las palabras.
El idioma, la palabra